El escándalo Epstein provocó la renuncia del secretario de Trabajo de EE.UU.
El funcionario fue clave en la negociación de un acuerdo extrajudicial que en 2008 permitió a Epstein esquivar un juicio federal.
El escándalo del magnate Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, se cobró este viernes una víctima en el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, al provocar la renuncia del único latino en su gabinete, el secretario de Trabajo, Alex Acosta.
Bajo una fuerte presión entre la oposición demócrata y después de intentar salvar su cargo con una conferencia de prensa este miércoles, Acosta presentó su dimisión debido a la polémica generada por su papel en la negociación de un acuerdo extrajudicial que en 2008 permitió a Epstein esquivar un juicio federal.
"Esta mañana presenté mi dimisión al presidente y se hará efectiva dentro de siete días", dijo Acosta en una comparecencia ante la prensa junto a Trump en los jardines de la Casa Blanca.
Aunque defendió su actuación en el caso de Epstein, el titular de Trabajo opinó que sería "egoísta" quedarse en el gabinete de Trump ante la magnitud de la controversia generada por la acusación contra el empresario de las finanzas.
"No creo que sea justo que el Departamento de Trabajo de esta Administración se distinga por (la relación de su titular con) Epstein en lugar de por la increíble economía que tenemos", añadió.
Trump, por su parte, opinó que "no era necesario" que Acosta renunciara, pero dijo que entendía que el funcionario no quisiera convertirse en una "distracción" dentro de su Gobierno.
"Alex Acosta ha sido un gran secretario de Trabajo", subrayó Trump, y opinó que el funcionario hizo un "gran trabajo" en la conferencia de prensa que ofreció hace dos días para justificar su actuación en el caso de Epstein, y que según varios medios fue idea del propio presidente.
Trump anunció que el subsecretario de Trabajo de EE.UU., Patrick Pizzella, tomará temporalmente las riendas de esa agencia la próxima semana, lo que eleva a cuatro el número de cargos del gabinete estadounidense dirigidos por funcionarios interinos, no confirmados por el Senado.
Los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional de EE.UU. también están dirigidos por secretarios en funciones, al igual que la oficina de Presupuesto y Gestión del Gobierno.
La dimisión de Acosta fue la primera señal tangible del impacto que ha tenido en el Gobierno de Trump el caso de Epstein, que desde el lunes enfrenta cargos federales por haber creado una red para abusar de decenas de menores en su mansión de Nueva York y en otra de Florida hace más de una década.
Cuando era fiscal federal en Miami, en 2008, Acosta trabajó en acusaciones similares contra Epstein, y cerró un acuerdo con él que le permitió evitar una imputación federal.
Acosta defendió el miércoles que él tomó el caso de las autoridades estatales, que estaban dispuestas a ahorrar al empresario cualquier tiempo de prisión, y negoció para lograr que el magnate fuera condenado a 13 meses de cárcel y se registrara como agresor sexual.
Pero la falta de notificación a las víctimas de que se había alcanzado ese acuerdo extrajudicial con Epstein y el hecho de que Acosta no se disculpara el miércoles con las adolescentes afectadas alimentaron la polémica, y llevaron finalmente a su renuncia.
El nuevo proceso federal contra Epstein ha podido abrirse gracias a la aparición de nuevas pruebas y testimonios, obtenidos en parte a raíz de un trabajo de investigación del diario Miami Herald.
El alto perfil que ha cobrado el caso tiene que ver, además de con su gravedad, con la amistad que Epstein y Trump mantuvieron desde finales de la década de 1980, cuando ambos magnates pasaban mucho tiempo en Palm Beach (Florida).
El recién detenido era un visitante asiduo del club privado del ahora presidente, Mar-a-Lago, y durante una entrevista en 2002, Trump dijo en tono jocoso que a su amigo le gustaban "las mujeres guapas tanto" como a él, y que "muchas son bastante jóvenes".
Sin embargo, el mandatario -que ha sido acusado por casi una veintena de mujeres de acoso sexual- se distanció esta semana de Epstein y aseguró que perdió el contacto con él cuando ambos tuvieron una "discusión", hace unos "quince años".
"Yo no era fan de Jeffrey Epstein. Eso fue hace muchos, muchos años y yo no quería saber nada de él", subrayó hoy el mandatario.
Trump agregó que Epstein invitaba muchas veces a gente en Palm Beach a "su isla", y que él "nunca" le acompañó a ese lugar.
EFE